Alejandro Echegoyenberry es un trabajador del volante que fue
asaltado el pasado sábado por la madrugada en la zona de la margen sur
por dos jóvenes. Al recordar el hecho lamentó “ver a dos jóvenes que
estén haciendo esto en esta ciudad que tanto queremos y yo que después
de 18 años de remisero nunca me ocurrió algo así”.
“Aproximadamente a las 6 de la madrugada del día sábado, habían solicitado pasaje ahí en Rosales y 9 de Julio, en el local de Don Pepe, se subieron dos muchachos y me pidieron ir a la Margen Sur y ahí en la zona del barrio 15 de Octubre; decían que querían ir por una calle en especial, la calle Uani y allí uno de ellos, el que estaba sentado detrás de mí, me toma por el cuello desde atrás y me dice que le de la recaudación”, relató.
En ese punto, Echegoyenberry contó que “logro agarrar el micrófono y aviso que me están asaltando y entonces en ese momento, el otro muchacho que estaba al lado de él –sería del lado derecho- se abalanza sobre mí pasando por los asientos y me quiere agarrar la billetera que generalmente la tengo en el volante”.
Añadió que en ese instante “hay un forcejeo, abro la puerta para tratar de salir del auto y ahí me sueltan del cuello y logro salir del vehículo y el que estaba del otro lado sale y se abalanza sobre mi y el otro hace lo mismo, me querían sacar la billetera que yo tenía en la mano, hasta que hago apoyo y me equilibro, logro zafar de los dos y los tiro de un lado para el otro”.
“Es ahí donde ellos empiezan como a irse por la calle Uani y en ese momento logro agarrar el micrófono y aviso bien de la posición (geográfica) donde estaba porque la Agencia sabía que yo iba hacia el Austral pero no sabía exactamente dónde estaba”, explicó.
Echegoyenberry aseguró que cuando ve a estos dos jóvenes escapando, “los sigo con el auto para que no se escapen y en esos momentos me empiezan a tirar unas botellas que había en la calle y piedras; no logran tocar el auto ni nada y les toco bocina y en ese momento aparece la policía que fue avisada por mis compañeros y los intercepta y los detienen rápidamente”.
“Después me entero, cuando fui a la comisaría, que se trataba de dos hermanos, uno de 23 y el otro de 18 años y vivían justo en la zona por donde los estaba dejando”, agregó.
El trabajador del Volante compartió que “fue muy rápido todo y hay muchas cosas que se te van, pero me causó una sensación de mucha violencia por parte de estos muchachos, sobre todo cuando me agarraron del cuello tan fuerte y no podía zafar”.
“Otras de las cosas es que uso el cinto (el cinturón de seguridad) y ese fue otro factor en mi contra porque ante todo tenía que sacarme el cinto. La preocupación por este hecho y también porque hay una paradoja en lo personal porque justamente tengo dos hijos que están estudiando en el norte y que los estoy apoyando con este trabajo que tengo y con la jubilación de mi señora para tener a dos chicos en la facultad y tienen la misma edad”, confió.
“Cuando vamos a la comisaría, me comunico con el Fiscal y éste los detiene a ellos con una prisión preventiva. Espero que esto, a estos chicos de corta edad, les sea de alguna manera escarmienten y no vuelvan a hacer una cosa así. Más que nada deseo eso”.
El remisero agradeció el rápido accionar de la Policía de la Provincia , a la cual agradeció públicamente y también a sus compañeros de trabajo de APRAR “que ante el pedido de ayuda actuaron rápidamente y avisaron a la policía en forma permanente y la policía supo interpretar lo que nosotros decíamos; en la Agencia tenemos un protocolo y la policía estuvo en el momento prácticamente para poder apresar a estos muchachos malvivientes, que me da mucha pena ver a dos jóvenes que estén haciendo esto en esta ciudad que tanto queremos y yo que después de 18 años de remisero nunca me ocurrió algo así”.
Echegonberry descartó de plano que estos asaltantes hayan estado armados. “Nosotros los remiseros como los taxistas estamos propensos a estos ataques, pero en este caso no tenían armas ni elementos contundentes, solo que ejercieron mucha violencia y me agarraron fuerte. Tengo que agradecer a Dios que no pasó a mayores”.